Para los que llevábamos años esperando una adaptación en cine sobre el libro más hypster de la historia de la literatura, On the road de Kerouac, por fin nos llegó el turno. Para la sorpresa de muchos, On the road es incluso más fiel a la historia real que el propio libro, eso sí, centrándose más en la historia del resto de personajes (sobretodo de Dean Moriarty, pseudonimo que utilizó Kerouac para definir a su amigo Neal Cassady), que en el del propio autor.
Su director Walter Salles ha sabido evocar de forma magistral el ambiente y la esencia de los años 50 americanos, transportándonos casi como una ensoñación, a esos años dorados de música bebop, drogas, hypsters auténticos, liberación sexual en un entorno represor y oprimente donde las mujeres son floreros y la diferencia de clases sociales se acentúa en cada estado que los personajes recorren. Desde la enigmática Nueva Orleans, pasando por San Francisco o Nueva York. Y es que On the road, aparte de un libro autobiográfico, es algo más, es un reflejo de un sueño americano, convertido casi en pesadilla, y del que era muy difícil huir. Pero así es como Walter Salles ha querido reflejarlo en su película. Y que decir que el casting es de lo más acertado para los personajes. Encabeza el reparto Sam Riley, conocido por interpretar a Ian Curtis en Control de Corbjin. en este caso en la piel del alter ego de Kerouac, Sal Paradise. Seguimos con Kristen Stewart, como Mary Lou, la joven rebelde y amante de Dean (Garret Hedlund), una versión perversa y corrupta del clásico James Dean. Si le añadimos a Kirsten Dunst y Viggo Mortensen, o Amy Adams, en papeles secundarios, entonces ya tienes el cocktail perfecto.
Lógicamente, para la inmersión total en la atmósfera de una película sobre viajes en carretera, la fotografía es impecable. Eric Gautier, que ya demostró que de esto sabía un rato en Diarios de una motocicleta, vuelve a hacer un ejercicio casi perfecto, calculado al milímetro, como buen francés y nos deja con la boca abierta y maravillados, pasando por todos los estados de emoción, desde el frío invierno, hasta el caluroso y sofocante verano de California. Una metástasis visual. De todas formas, adaptar un libro como On the road, no es tarea fácil, y es por eso que quizás en este aspecto, han apostado más por las introspecciones del resto de los personajes, haciéndolo todo algo más coral y plural. Destacar al personaje de Carlo (Tom Sturridge), sobretodo por su interpretación, y por lo que para muchos representa: el padre de los hypsters, Allan Gisbert.
Sin duda, si te gusto el libro, la película se hace indispensable. Todo y que no acierta en el discurso, y es algo más subjetiva a la hora de analizar a los personajes, es altamente recomendable si te interesa conocer un poco más a fondo la generación beat de verdad y de donde vienen las gafas de pasta y las camisas de cuadros...

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