Este mes se ha estrenado en DVD y Blue-Ray la precuela de la trilogía X-Men dirigida por Bryan Singer. Tengo que decir que aunque no tenía muchas expectativas puestas en la película, me he llevado una grata sorpresa. Y es que X-Men First Class, lejos de ser la película del año, mejora en muchos aspectos a sus predecesoras. Dirigida por Matthew Vaughn (el que ya nos sorprendió una vez con Kick Ass), y con un guión mucho más cuidado que en cualquiera de las tres anteriores, en esta ocasión nos presenta unos personajes mucho más trabajados, dosis de acción por doquier, un Kevin Bacon villano de lo más bastard ever que se haya visto en una película de súper héroes encarnando a Sebastian Shaw, y montones de cameos graciosos, así como de guiños a la factoría Marvel. Desde mi punto de vista, es lo único decente que he visto de los estudios Marvel últimamente, dado que las precuelas Vengadoras, dejaron más mal sabor de boca que otra cosa (Retarded Thor y Capitán Tapacubos son completamente desechables).
Sorpresas en esta precuela, como Michael Fassbender reinventando al mismísimo Magneto o una Emma Frost muy bien adaptada del cómic. Incluso hasta una Mística muy bien interpretada por la jóven Jennifer Lawrence. Pero no todo iban a ser flores para este film, lo peor de todo es James McAvoy, que al lado de Fassbender, es como un boyscout sin gracia ninguna, haciendo las veces de Charles Xavier, el cual no es ni una vaga sombra de lo que pudo ser Patrick Stewart en la trilogía original.
Una buena dosis de entretenimiento fácil, que despejara algunas incógnitas (algunas muy fieles al cómic, otras completamente inventadas y adaptadas a la trilogía de Singer), y poco más, aunque si las expectativas no eran muy altas, como parece que fue el caso en su estreno en cines, quizás ahora es un buen momento para darle una oportunidad y recuperarla en DVD o Blue-Ray.

Ah, que entonces los malos son el Club Fuego Infernal? :O Qué cosas, ni siquiera lo sabía!
ResponderEliminarPues sí, como te digo, lejos de ser una gran película, está llena de pequeñas sorpresas.
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